Movilizar en contexto de desafección
En un contexto de desafección política movilizar a los tuyos se vuelve especialmente complicado. Analizamos con datos postelectorales algunas de las claves de los partidos que han crecido en votos.
En las pasadas elecciones del 28 de mayo la participación ha caído en los tres territorios y capitales de Euskadi. Que la ciudadanía acuda menos a votar es solo un síntoma del momento de desafección política que atraviesa Euskadi. Algunos datos preelectorales ya indicaban que serían menos las personas que acudirían a votar en estas elecciones y apuntaban, además, que este fenómeno no se daría igual entre distintos grupos de la población. Es decir, la abstención se da de manera diferencial.
Las elecciones cada vez interesan menos
El desinterés en el proceso electoral no se ha dado igual entre los distintos grupos de la población. Así, las mujeres estaban menos interesadas que los hombres en las elecciones y por edad, a más joven, más falta de interés se manifestaba. La diferencia por clase social es especialmente significativa e indica, que las personas de clase baja han prestado menos atención a la campaña. De esta forma, aquellos grupos sociales que más necesitan las políticas públicas: las mujeres, las personas jóvenes y la población de menor renta, son las que menos se han interesado por el proceso electoral. La desafección política puede suponer un problema de cohesión social si se dilata en el tiempo y si se concentra en grupos de población determinados.
No sólo cae el interés en las elecciones. La campaña electoral se ha seguido menos de lo que se siguió en 2019. Así lo indican los datos postelectorales. A la ciudadanía le ha interesado menos el contenido político en estos últimos comicios y ha seguido con menor intensidad lo relacionado con el proceso electoral.
Por partidos políticos, el interés en el proceso tampoco se ha distribuido igual. Por un lado, los votantes de los partidos de ámbito vasco han mostrado un interés político similar al de 2019. Por otro lado, los votantes de los partidos de izquierdas de ámbito estatal, sin embargo, han visto reducido su interés. En especial, en el caso de Elkarrekin Podemos. Con todo, el partido que más ha conseguido aumentar el interés de sus votantes ha sido el Partido Popular con 28 puntos más que en 2019.
Movilizar a los tuyos en un contexto de desafección
¿Cómo han conseguido el Partido Popular y EH Bildu movilizar a los suyos en Euskadi? Lo cierto es que tanto el PP como EH Bildu han mejorado sus resultados en un contexto de caída de participación y de desafección política.
Uno de los primeros éxitos de una campaña electoral es identificar aquellos temas que movilizan a tu electorado y ponerlos en el centro de la conversación pública. Los datos postelectorales indican cuál es la agenda que se ha impuesto entre los votantes de cada partido.
En general, el 61% de los votantes ha tenido en cuenta la agenda municipal a la hora de votar. Sin embargo, los votantes del PSE-EE y, sobre todo, los del PP, tiene mucho más en cuenta la agenda estatal que la media de los votantes. En el caso de los populares, el 20% ha teniendo en cuenta los temas de España a la hora de votar en las elecciones municipales en Euskadi. Por su lado, entre los votantes de EH Bildu destaca la agenda municipal 15 puntos por encima de la media.
Estos datos por si solos no explican el éxito de EH Bildu y del PP en Euskadi pero sí que ayudan a interpretar el tipo de campaña que ha desarrollado cada uno de los partidos.
EH Bildu ha apostado por una campaña programática y ha funcionado. Ha puesto en valor su gestión y ha sido capaz de crecer en aquellos municipios en los que gobierna. Además, ha destacado su acción política en el Congreso de los Diputados y su influencia en la agenda estatal aterrizándolos al nivel local, como por ejemplo, con la Ley de Vivienda.
Por su lado, el PP ha desarrollado una campaña afectiva. De manera exitosa, el PP ha sido capaz de colocar un tema afectivo y polarizador en el centro de la campaña a nivel estatal: la presencia de ex-miembros de ETA en las listas de EH Bildu. Se trata de un tema con un fuerte componente emocional que activa a sus votantes y genera incomodidad en el PSOE, su principal rival.
En definitiva, la sociedad vasca atraviesa un momento de desafección con la política que hace que los partidos tengan más dificultades para conectar con la ciudadanía y crecer en representación. En ese contexto, EH Bildu y el PP han conseguido crecer en votos al dar con aquellos temas que movilizan a su electorado: el primero desde el plano programático y el segundo desde el plano afectivo.