La lengua, el talón de Aquiles del sistema educativo vasco
Analizamos los resultados del informe PISA 2022 poniéndolos en relación con los datos del ISEI-IVEI.
Los resultados de Euskadi en PISA 2022 han sido malos. De hecho, han sido los peores de la historia. Lo cierto es que ha sido así en casi todo el mundo y en todas las comunidades autónomas. El cierre de colegios durante 2020 y en general, los efectos de la pandemia (también los psicológicos) han podido tener efectos negativos en el aprendizaje del alumnado.
En el caso vasco, los resultados han empeorado en todas las competencias que se evalúan pero llama especialmente la atención la nota en lectura. Euskadi es la cuarta Comunidad Autónoma con peor nota en este ámbito junto a Andalucía, Cataluña y Canarias. Se han perdido 9 puntos desde 2018 y los datos del propio Departamento de Educación (ISEI-IVEI) indican una tendencia a la baja en esta materia. Es verdaderamente preocupante teniendo en cuenta que la lectura es un proceso fundamental en el aprendizaje del alumnado y que afecta a todas las asignaturas.
A pesar de que los resultados son bajos para todos los alumnos, se abren dos brechas a las que dedicar atención: de género y de origen.
Los resultados de las chicas son significativamente mejores que los de los chicos en este ámbito. Es una diferencia que ya identificaba el ISEI-IVEI en su informe diagnostico de 2019. Los estereotipos de género que operan en la sociedad se ven reflejados en los resultados educativos del alumnado. Así, las chicas son más competentes en lectura y en lenguaje mientras que los chicos destacan en matemáticas.
Por otro lado, las diferencias por origen también son significativas. Lo son especialmente en la comunicación lingüística en euskera. En este caso, en 2019 se detectó una diferencia de 28 puntos en favor del alumnado autóctono. Es una diferencia que también se da en comunicación lingüística en castellano pero de manera más leve.
De esta forma, se observa que los alumnos están perdiendo capacidad lectora y que, en especial, tienen dificultades los chicos y el alumnado inmigrante en comunicación en euskera. Teniendo en cuenta que el 80% del alumnado esta matriculándose en modelo D, ¿Pueden suponer estas brechas un lastre en el aprendizaje de una parte de los estudiantes?
Es un consenso social y político que el alumnado tiene que aprender euskera. La propia sociedad está eligiendo mayoritariamente el modelo D y el aprendizaje del euskera no se cuestiona en ningún caso. Sin embargo, hay que analizar si estas caídas en el aprendizaje están o no relacionadas con las dificultades de una parte del alumnado para comunicarse y leer en euskera y, en general, en un idioma que no es el materno.
Si el modelo D va a ser el modelo hegemónico, hay que preguntarse qué factores generan desigualdad educativa entre el alumnado y qué elementos ralentizan el aprendizaje de los estudiantes vascos. Únicamente así se podrá identificar aquellos perfiles a los que dirigir políticas educativas que coloquen en situación de equidad al alumnado independientemente de su renta, origen o género.